viernes, 11 de septiembre de 2015

CONSIDERACIONES SOBRE LA CARGA DE LA BRIGADA LIGERA EN BALAKLAVA (OCTUBRE 1854).

  La “Carga de la Brigada Ligera”, paso a explicar someramente las causas de dicha insensatez dentro de los anales de la historia de la caballería. Ese día de 25 de octubre de 1854, participaron en dicha carga los siguientes Regimientos:
4th Light Dragoons
8 th Hussars
11th Hussars
13th Light Dragoons
17th Lancers

Aunque la controversia sobre los motivos de dicha carga aún hoy ocupan espacio de debate entre los estudioso, al parecer todo se debe a la errónea interpretación de una orden del Comandante en Jefe del Ejército Británico Lord Raglan sobre la necesidad que la caballería avance e impida que los rusos se lleven unos cañones que habían capturado al ocupar un reducto defensivo a los turcos (aliados de los británicos en esta Guerra de Crimea).
Lord Raglan

La orden se refería a unos cañones que había en unas posiciones o reductos defensivos turcos en unas colinas que bordeaban el lado derecho –las colinas Causeway-, del Valle Norte de Balaklava. No a los más de 25 cañones rusos que habían al final y a los flancos de dicho Valle Norte, apoyados por regimientos de caballería cosaca y por infantería rusa.  Atacar solo con la caballería estas posiciones rusas era una auténtica barbaridad. Fuera de toda lógica.

   La orden, -escrita por Lord Richard Airey, ayudante de Lord Raglan, veterano de Waterloo donde había perdido un brazo-, decía: "Lord Raglan desea que la caballería avance rápidamente hacia adelante, persiga al enemigo e intente impedir que retire sus cañones. La artillería montada puede acompañarle. La caballería francesa se encuentra a su izquierda. Inmediatamente".




¿Por qué entonces se interpretó mal esta orden? 
Varias son las causas:
1- Los reductos a los que se refería la orden no se podían ver desde donde estaba situada la Brigada Ligera.

2. Las pésimas relaciones entre el Comandante de toda la caballería británica Lord Lucan y su cuñado, Lord Cardigan, comandante de la Brigada Ligera. Como apenas se dirigían la palabra, no hablaron entre ellos para clarificar el verdadero sentido de la orden (como era muy normal),  antes del ataque suicida. De hecho, toda la prensa británica se hacía “cruces” de cómo dos tipos tan ineptos que encima se odiaban, podían mandar la caballería. Sus altos cargos los ganaron comprándolos gracias al sistema británico de compra de categorías militares, que favorecía a los oficiales con más poder económico. Ninguno tenía apenas experiencia militar en tiempo de guerra.

Lord Cardigan


Lord Lucan

3. La impetuosidad y entusiasmo del edecán y portador de la orden, el capitán Lewis Nolan del 15 th de Húsares. Un oficial experto y estudioso de la caballería con experiencia militar en la India. Cuando Lord Lucan le preguntó al ver la orden a qué cañones se refería, Nolan, muy nervioso, extendió su brazo  (que seguramente, tanto podía indicar las colinas de la derecha como las baterías rusas del fondo del Valle) y  gritando a Lucan y a Cardigan  dijo “Allí están sus cañones Milord, allí”.
    Cuando se inició la carga, Nolan se dio cuenta del error de interpretación, e intentó desviar la Brigada Ligera hacia la derecha adelantando a Lord Cardigan, pero una granada rusa le destrozó el pecho. Fue el primer muerto de la Carga. A morir Nolan, se desvaneció totalmente la posibilidad de enmendar el error.
Capitán Nolan

  Lord Cardigan dispuso sus 673 hombres (hay discrepancias sobre el número exacto de jinetes, pero siempre alrededor de esta cifra), en tres líneas; la primera con el 13th Light Dragoons y el 17th Lancers, la segunda con el 11th de Hussars  y la tercera con el 8th de Hussars y el 4th Light Dragoons y las lanzó contra las baterías rusas del fondo y lados del Valle Norte, llamado a partir de entonces, el “Valle de la Muerte.”




  Después de soportar una incesante lluvia de proyectiles, en un auténtico corredor de fuego, la Brigada ya diezmada, contactó con los artilleros rusos luchando heroicamente y retirándose ante la falta de apoyo (tan solo los Cazadores franceses –Francia también era aliada de los británicos-, lucharon contra los rusos del flanco izquierdo) y lo imposible de la victoria.




     A la cabeza de la Carga, Lord Cardigan que llegó hasta las baterías rusas, y una vez allí volvió grupas llegando al punto de partida de la Brigada prácticamente ileso.






  Tras la carga, que duró unos 20-25 minutos (de las 11 de la mañana hasta las 11.25), al pasar lista, el resultado fue que solo 195 jinetes seguían en su montura, los demás iban regresando penosamente como podían, ya que tenían que pasar otra vez por los cañones rusos de los lados, la infantería y luchar contra la caballería cosaca rusa. De hecho esta temeraria carga dejó estupefacto a los jinetes rusos (lanceros, húsares y cosacos). Y corrió el rumor que los rusos se preguntaban ante el ardor de los jinetes británicos si estos no estaban ebrios para realizar esta carga.


  Entre muertos y heridos la Brigada perdió 271 hombres: muertos en acción: 110, heridos y prisioneros: 32, heridos que volvieron, 129 hombres. Ilesos, 395 hombres. Caballos muertos: 375. Con estos resultados en la mano, como se ve, la temeraria carga fue magníficamente ejecutada. La Brigada aún tuvo menos bajas de las que en principio se podía esperar.

     Podríamos decir que la carga fue un éxito, ya que si el objetivo de una carga de caballería era dispersar las líneas enemigas y alejarlas del campo de batalla, tal como reconocieron los propios rusos, la Brigada Ligera había logrado su objetivo. El problema es que su acción no tuvo continuidad y el apoyo de otras unidades. Por ello, los rusos celebran Balaklava como una victoria.

  El poeta Lord Alfred Tennyson publicó el 9 de diciembre de 1854 su famoso poema ensalzando dicha Carga, tras leer la crónica del combate en el Times, aunque quizás bajo el elogio, también podamos ver cierta crítica. Este poema alcanzó una popularidad inusitada en Gran Bretaña. Incluso se repartió a modo de panfleto entre las tropas destinadas en Crimea.



La Carga de la Brigada Ligera


Media legua, media legua
Media legua entre ellos.
Por el Valle de la Muerte
Cabalgaron los seiscientos
¡Adelante Brigada Ligera¡

“Cargad sobre los cañones” dijo.
En el Valle de la Muerte
Cabalgaron los seiscientos
¡Adelante Brigada Ligera¡

¿Algún hombre ha desfallecido?
No, aunque los soldados supieran
Que era un desatino.
No estaban allí para replicar
No estaban allí para razonar
No estaban sino para vencer o morir

En el Valle de la Muerte
Cabalgaron los seiscientos.
Cañones a su derecha
Cañones a su izquierda
Cañones ante sí

Descargaron y tronaron
Azotados por las balas y metralla
Cabalgaron con audacia
Hacia las fauces de la Muerte
Hacia la boca del Infierno

Cabalgaron los seiscientos
Brillaron sus sables desnudos
Destellaron al girar en el aire
Para golpear a los artilleros
Cargando contra un ejército

Que asombró al mundo entero
Zambulléndose en el humo de las baterías
Cruzaron las líneas
Cosacos y rusos

Retrocedieron ante el tajo de los sables
Hechos añicos se dispersaron
Entonces regresaron
Pero no los seiscientos

Cañones a su derecha
Cañones a su izquierda
Cañones detrás de sí
Descargaron y tronaron
Azotados por balas y metralla

Mientras caballos y héroes caían
Los que tan bien habían luchado
Entre las fauces de la Muerte
Volvieron de la boca del Infierno

Todo lo que de ellos quedó
Lo que quedó de los seiscientos
¿Cuándo marchitará su gloria?
Oh¡ Qué carga tan valiente la suya¡

Al mundo entero maravillaron
¡Honrad la carga que hicieron¡
¡Honrad a la Brigada Ligera¡
A los nobles seiscientos.






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