Sable
curvado ligeramente con las siguientes medidas:
Longitud
total: 104 cm
Largo de
hoja: 89,8 cm
Longitud de
la empuñadura: 14,2 cm
Ancho de
hoja: 3,1 cm
Grosor: 0,4
cm.
No poseo la
vaina.
En el lomo
del sable se lee “Reeves & Co 275”. Reeves era un espadero afincado en
Birmingham entre 1829-1884. Con estos datos, tenemos que fechar este sable
entre 1829 y 1853 años de vigencia de este modelo.
Puño: dos
gavilanes de acero convergen en el guardamanos también de acero hasta la parte
superior de la monterilla que es corrida hasta la virola. Posee dos aletas de
sujeción de esta al puño. El puño es de
madera forrado con piel de lija y con torzal de acero. Con un galluelo curvado
hacia abajo ensanchado en su parte final.
Se aprecian
algunas señales de restauración, pero la hoja está en muy buen estado, con
algunos picados pero sin oxidación.
Posee un vaceo que llega hasta unos 20 cm
de la punta.
Este sable participó en muchas campañas
coloniales británicas como las guerras Afganas, el Motín de la India (la carga
de Aliwall 1846), y también en la Guerra de Crimea (1854-1856), por tanto en la
famosa Carga de la Brigada Ligera (Balaklava, 25 de octubre de 1854), ya que no
todas las unidades de caballería habían recibido el nuevo modelo de sable de
1853, aún no definitivamente instaurado.
En 1821, los
soldados británicos de caballería recibieron este nuevo modelo de sable con
poca curvatura y más ligero que el anterior de 1796. Este modelo se sustituyó como ya se ha apuntado por un nuevo sable en 1853 que debía
servir tanto para la caballería ligera como para la pesada. En 1890 y 1895
aparecieron nuevos modelos de sables, hasta acabar con el modelo recto de 1908.
Sobre el sable que nos ocupa había disparidad
de criterios, hay quien decía que era un sable débil y defectuoso y otros que
infringía heridas terribles. Pensemos que en Crimea por ejemplo costaba
atravesar los gruesos abrigos rusos, otras veces el sable se quedaba encallado
entre dos costillas o entre músculos contraídos y era muy difícil extraerlo del
cuerpo del enemigo.
Los
espaderos ingleses de finales del siglo XVIII e inicios del XIX se concentraron
alrededor de la ciudad de Birmingham, aunque los modelos más refinados y
decorados se realizaban en Londres. Estos espaderos de Birmingham eran
excelentes artesanos que desde sus talleres (a veces auténticas factorías),
proporcionaban al gobierno la gran mayoría de espadas y sables.
Como hemos
visto, en Inglaterra hasta mediados del siglo XIX, las espadas las producían
espaderos privados, teniendo por ello un alto coste. Existía mucha competencia
entre fabricantes y distribuidores importantes como Osborn, Craven, Reeves,
Wolley o Gill, pero conforme pasaba el tiempo muchos de ellos tuvieron que
abandonar el negocio. Al final prácticamente quedaron la marca Wilkinson que
empezó su producción en 1844 que ideó para probar sus sables una máquina
“dobladora” de hojas para comprobar la flexibilidad y resistencia de estas, así
como su capacidad de golpeo. Mejorando así la producción de otros fabricantes.
En 1887 solo Wilkinson y Robert Mole suministraban armas al gobierno, cada vez
de mejor calidad. Junto a ellos en Enfield se estableció una fábrica nacional
de producción de armas. Finalmente Wilkinson dejó la actividad de producción de
armas en el año 2005 y se dedicó al más lucrativo negocio de las cuchillas de
afeitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario